sábado, 25 de febrero de 2017

Andalucía, un pueblo de pueblos:



A raíz de la conmemoración del
“Día de Andalucía”


Cuando observamos nuestra evolución histórica y sobretodo sociológica, vamos viendo cómo UNOS individuos fueran-pasaran por extraordinarios y sorprendentes, y que ellos, cuales faros, hoy nos iluminan en nuestra posteridad y, de este modo, vamos tomando poco a poco por generalización y modelaje, pensamientos y convicciones, actitudes y voluntades que ahora nos construyen.
 
Pongo atención en algo anodino…   en el himno de Andalucía, se dice que somos: <<“HOMBRES DE LUZ” que, a los hombres, alma de hombres les dimos>>…
-       
¿¿Qué podríamos entender de tal afirmación?...
-Cantamos y… podemos cantar bufamente, como los sapos o ranas emitiendo ruidos en la oscuridad y el silencio de las noches… o -también- en las opacidades calladas…

Ante esto me pregunto, y la pregunta es fuente que mana otras reflexiones…
         
  El concepto de reino como propiedad de una familia “dinástica” que gestiona esta heredad cual explotación, o coto, -pues acotados estamos- en el que las tierras dan frutos, y la población animal o humana se reproduce… para producir mano de obra de la que extraer recursos cual sementera su cosecha…    y unos cuantos “capataces” que al gusto de su real señor acomodan al gusto y conveniencia de aquel la hacienda.
       
  Y el concepto de “pueblo” como conciencia colectiva, <> que se da a sí mismo un proyecto de autorrealización personal y de colectividad…   una conciencia que se va gestando por autoconsciencia, por descubrimiento progresivo que se va fraguando con aciertos y errores…   pero que en función de un proyecto colectivo inconsciente, va ciego, como palpándose y descubriéndose… transformándose de un concepto mitológico a un plano teológico y de éste al…    humanista…    Humanista individual y …   colectivo social.
        
Hoy nuestro colectivo es capaz de percibir las diferencias que se palpan en el/desde “el principio de conservación” … Todo cambia en cuanto a las formas, sin embargo, el contenido no cambia, simplemente se adapta a las formas…   La pericia necesaria para discriminar tal “estímulo” forma parte de la historia…

Quede aquí esta reflexión para desagrado o agrado de quienes por su voluntad lo leyeran. No quiero ser de esos que cantan y exaltan excelencias y loas, y al rato destrozan los motivos y causas cantadas…



No hay comentarios: